Las primeras chaquetas bomber fueron creadas para los pilotos en Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial. La mayoría de las cabinas de pilotaje no estaban cerradas o selladas adecuadamente, lo que dejaba al piloto expuesto al aire frío mientras volaba y eso les hizo buscar una prenda adecuada para soportar el viento y bajas temperaturas. En 1932, se lanzó la cazadora A-2, que se convertiría en uno de los estilos más conocidos del Cuerpo Aéreo.
El británico y fabricante de chaquetas Leslie Irvin diseñó un modelo parecido para la Royal Air Force y se convirtió en un símbolo de la aviación. Esta prenda estaba hecha principalmente de cuero, ya que se creía que era el material más fiable para combatir las duras condiciones de vuelo. El diseño incluía un cuello de piel, que ayudaba a proteger el cuello del frío, y tenía un cierre frontal con botones o cremallera. Las mangas eran ajustadas en los puños, lo que ayudaba a mantener el calor, y la chaqueta a menudo tenía bolsillos amplios para que los pilotos pudieran llevar objetos esenciales.
Más adelante, la B3 Bomber Jacket fue desarrollada para la Segunda Guerra Mundial como una evolución de la A2. La B3 se diseñó para ofrecer mayor calidez, ya que los pilotos volaban a altitudes más elevadas y enfrentaban temperaturas mucho más frías. Esta chaqueta estaba hecha de piel de oveja con un forro de lana, lo que la hacía más adecuada para las condiciones extremas.
LA BOMBER DE NAILON
En 1959, Samuel Gelber funda Alpha Industries y rediseña por completo esta conocida chaqueta, obteniendo como resultado la MA-1 Bomber Jacket, una versión más versátil, cómoda e impermeable. Fabricada en nailon en sólo dos colores disponibles: verde militar y negro, tenía dos bolsillos laterales, uno pequeño en el brazo izquierdo y otro interior y era reversible. El interior color naranja butano permitía localizar con mayor rapidez al piloto en caso de ser derribado, una mejora significativa que convirtió la chaqueta en la favorita de los soldados que surcaron los cielos en las guerras posteriores del siglo XX.
La Guerra de Vietnam terminó el 30 de abril de 1975, marcando el comienzo de la vida de una nueva chaqueta bomber MA-1. Después de esto, estas chaquetas sólo se podían conseguir en tiendas de segunda mano y excedentes militares.
Más tarde, Alpha Industries, tras alguna pequeña modificación y ampliando su gama de colores, lanzó la bomber que se puso tan de moda y se popularizó entre la estética de los skinshead en los 80's.
Muchas firmas textiles han elaborado diseños inspirados en esta prenda desde entonces y, hoy en día, la chaqueta bomber sigue siendo una prenda icónica que se adapta a las tendencias actuales, manteniendo su relevancia en la moda y la cultura popular.